lunes, 10 de noviembre de 2014

Mumumumumu...

Me apetece escribir, pero últimamente no hay manera, o no tengo tiempo o cuando lo tengo la inspiración (o las ganas) no llegan >_< Y tener como que 2 o 3 historias abiertas no ayudan xDDD

Os dejo algo que encontré hace siglos

"Yo sé que existo
porque tú me imaginas.
Soy alto porque tú me crees
alto, y limpio porque tú me miras
con buenos ojos,
con mirada limpia.
Tu pensamiento me hace
inteligente, y en tu sencilla
ternura, yo soy también sencillo
y bondadoso.
Pero si tú me olvidas
quedaré muerto sin que nadie
lo sepa. Verán viva
mi carne, pero será otro hombre
—oscuro, torpe, malo— el que la habita..."



Á. González

Besos y abrazos desde la ciudad que duerme... a veces :D


domingo, 2 de noviembre de 2014

Abriendo el cofre



El rumor acompasado de las olas le llegó a sus oídos sutil pero de improviso, y una fresca y suave  brisa hizo que su piel se erizara como una adolescente en los brazos de su amante. El aroma salado del mar traía consigo miles de recuerdos que tenía escondidos en el fondo de su mente, que tumbaron el dique que los contenía como si de una estampida se tratase, llenándolo de sentimientos positivos, transportándolo a otra era.


Una era cuando todo era más sencillo.


Y abrió los ojos.


La luz del Sol mientras besaba el horizonte le quemó los ojos, aunque se negó a cerrarlos y por pura fuerza de voluntad mantuvo los ojos firmes y desafiantes ante aquel astro ardiente. Sus lágrimas comenzaron a recorrer su rostro ante tal espectáculo.


Hacía más de diez años que no veía la luz del Sol.



Perdió pié y se sentó con las piernas tambaleándose cerca de la orilla y acarició escéptico la arena ¿Era otra ilusión? ¿O podía ser posible...?


Movió los brazos y se descalzó para sentir en la planta de los pies el frescor de aquella tierra. Despacio, comprobando cada sensación. Miró un momento sus estrechas muñecas para encontrarlas desnudas, sin aquellos dorados y pesados grilletes que había portado durante ¿cuánto ya?.


Sospechaba ¿cómo no iba a hacerlo? Vosotros también recelaríais. Después de haberse convertido en apenas una sombra y haber sido encerrado y ahogado en su propio odio.


Gateó, cual pequeño infante, torpe y con prisa, hasta poder tocar el mar una vez más. Sintió la humedad y el agua cristalina derramarse entre sus dedos. Se empapó en ella hasta los codos solo para estar seguro ¿Podía ser verdad? ¿O solo se trataba de otra mera ilusión autoinfligida tras tantos años degustando su propia ira?


Comenzó a sollozar. Demasiados sentimientos encontrados. La alegría de volver a sentir la arena bajo sus pies se fundió con la amargura de la impotencia de pensar que era solo otro sueño. Todo este tiempo había luchado por volver a respirar y ahora, cuando más débil se sentía…



Pero deció imponerse, levantó la mirada amenazante y llena de desprecio al astro Sol. ÉL había sido la fuente del problema.


- Deja de mirarme así ¿¡QUÉ PRETENDES AHORA!? - Le gritó.


- Baja la voz - Le dijo una voz a su lado - No queremos llamar la atención ahora ¿vale?


Volvió la mirada para encontrarse con otro chico de su misma estatura.


- ¡¡TÚ!! - La Ira, el Desprecio y el Odio inundaron su ser, llevandose por delante todo lo demás como si un tsunami se tratase.


Los protagonistas se incorporaron sobre la orilla de la marea y se sostuvieron la mirada, el primero cargado de odio y el segundo de paciencia.


- Tranquilo - Le dijo el segundo mientras le mostraba las manos para demostrarle que no había peligro.


- ¡Y una mierda tranquilo!


- Solo quiero hablar.


- ¡¡Claro!! El señor importante quiere hablar, ¿Cómo aquella otra vez, a través de los barrotes?- Dijo el primero con tono irónico.


- ¡¡Cállate y escucha, joder!! - Levantó la voz el segundo para hacerse oír.


Se hizo el silencio. Ambos seguían mirándose.


- ¿Qué? - Preguntó el primero cruzándose de brazos.


- Solo escucha - Le sonrió el segundo - Presta atención.


El primero lo miró extrañado, pero al poco cayó en la cuenta de a lo que se refería. Hace mucho tiempo “ellos” les enseñaron a discernir entre los sueños y la realidad, a buscar los sutiles detalles que difieren entre la ilusión de los sueños y la permeabilidad verdad. Buscó las señales que dejan las agrias mentiras y se sorprendió al no encontrar ninguna. Su rostro solo reflejaba confusión.


- Exacto - Le dijo el segundo.


- ¿Por  qué? - Quiso saber el primero.


- Necesito que me escuches: Estoy cansado.


- ¿Cansado? ¿de qué?


- ¿Cuánto tiempo llevamos así? ¿Tú encerrado, luchando por salir y yo escondiendote, luchando porque nunca veas la luz?


- Tú sabrás, eres el único que puede saber el tiempo que pasa ¿recuerdas, mamón? - Le espetó el primero.


- ¿Ahora me vas a venir con que no te lo merecías? - Le recordó el segundo - Quisiste quemarlo todo.


- Mira, no necesito otra charlita como la de Zahara. ¡Hice lo que me pediste y sigo encerrado!


- ¡¡Joder tío, mírame bien!! - Le gritó el segundo.


Los chicos se miraron el uno al otro. Eran físicamente idénticos, como siempre lo habían sido, pero completamente opuestos desde la perspectiva psicológica y moral. El primero recordó como en Zahara, durante aquella cálida noche bajo la atenta mirada de las estrellas, el segundo lo había sacado de su oscuro pozo para “tener unas palabras”. Lo que salió aquella noche fue poco más que una sombra chorreante y nauseabunda llena de odio y rencor solo para escuchar como su carcelero le ordenaba un ultimátum: “Deja los susurros, o te mandaré más profundo”. Con la ayuda de los dioses, ahora de su parte, era posible.


Pero en aquel anochecer, el carcelero era la sombra intangible, era el que estaba “fuera de lugar”.


- No lo entiendo - Le preguntó el primero.


- Te ofrezco lo que me pediste. La Libertad - Dijo el segundo con total franqueza.


- ¿Por qué ahora?  ¿Qué tramas?


- Yo no tramo nada ¿Recuerdas? Ese eras tú, el conspirador. - Dijo con una medio sonrisa el segundo - Pero te diré que pienso: Estoy harto. Harto de vigilarte, y asegurar todas las noches tus cierres de cuando se filtran tus susurros  y  de las noches en vela. Desde que rompiste tu jaula ya no sé qué hacer...


El primero sabía perfectamente de lo que hablaba. Hace muchos años el segundo lo encerró en un ópalo perfecto, aislado del mundo exterior estuvo a punto de volverse loco (si no lo había hecho ya). ¿Su crimen? Bueno, en parte se lo tenía merecido, bailar con la oscuridad y tentar a las llamas para que se muevan entre los vivos tuvo algo que ver. Eso y el intentar destrozar las vidas de los que les rodeaban, pero ¡hey! si él no era feliz ¿Por qué iban a serlo los demás?


Un día, después de muchos muchos años,  esa jaula simplemente se hizo añicos, dejando únicamente un pozo de negrura pastosa y empalagosa, aunque dulce y tentador. Más de una vez había visto a su carcelero, antaño su hermano, acercarse dubitativo. Por supuesto que le susurraba, deseaba volver a ver la luz del día, deseaba la libertad, y por encima de todo, deseaba alimentarse. Pero nunca bebió del Pozo, hubo una época en la que estuvo rondando más de la cuenta, muy cerca, pero siempre se contuvo.



El primero, pensativo, volvió la vista al anochecer.


- ¿Y “ellos”? - Preguntó.


- No están , ni “ellos” ni “los otros” - Respondió el ex-carcelero, aunque aquello no tenía mucho sentido.


El primero meditó sobre todo aquello. Era la primera vez en más de diez años que le ofrecían la libertad sin límites. Tenía que haber algún truco.


- ¿Por qué ahora? es decir, ¿ya no temes que queme a tus amigos o qué? - Dijo con una mueca de sarcasmo.


- ¿Aún no te has dado cuenta? - Dijo la sombra del ex-carcelero con un alzamiento de ceja al tiempo que señalaba hacia la ciudad.


El perfil era completamente distinto a nada que hubiese visto en su vida. La sorpresa no fue tanta, pero ahora entendía porque se sentía tan fuera de lugar y porque el mar olía distinto.


- Estamos a miles de kilómetros de mis seres queridos - Añadió - Y creo que disfrutarás aquí tanto como yo, porque hemos soñado con ello hace mucho mucho tiempo.


- Sí, lo recuerdo, antes de que me encerrases - Su tono cambió, no había sarcasmo, solo remarcaba una verdad - ¿Debo suponer que tienes un plan?


- Sí, algo así, es largo de contar aunque se podría resumir en un par de palabras: Ser feliz.



El primero contempló el perfil de la ciudad, en concreto la torre que la dominaba por completo, como si de París se tratase, era tan distinto a todo lo que había conocido… Empezaban a encender las luces y una gran noria iluminada sobre un muelle le llamó la atención. Era una ciudad bonita a primera vista, y una nueva vida con nuevas oportunidades parecían estar aguardando en cada esquina. Metió las manos en los bolsillos mientras meditaba su respuesta y notó unas monedas, sacó una al azar y la observó durante un rato.


Lanzó la moneda al aire y dejó que girase, la libra giró perezosa mostrando sus dos caras. Las dos caras tan distintas como esos dos chicos, dos caras de la misma moneda, carcelero y prisionero; Odio y Amor; Rencor y Perdón; Avaricia y Generosidad;  Pero no podían vivir el uno sin el otro.

- Te escucho.

domingo, 7 de septiembre de 2014

Planes y más Planes



Decisiones.

Tan dispares entre ellas de tamaño e importancia que a veces nos pueden hacer perder la perspectiva si no le damos la importancia adecuada a cada una.

Algunas de ellas, pequeñas, sin importancia, como si te apetece almorzar carne o pescado. O decidirte entre el pastel de fresa o el bizcocho de chocolate. Te pueden alegrar el día pero no puedes pararte a decidir demasiado tiempo, no merecen la pena tal esfuerzo. Decides rápido y fugaz.

Otras, como embarcarte en una aventura a un país extranjero con poco más que una maleta cargada de sueños y esperanzas con una cartera que desearías que fuese algo más pesada, te tomas tu tiempo. ¿Mucho? no, solo el suficiente. porque sabes que tienes un tiempo límite para coger ese tren y quizás no vuelves a verlo pasar. Dejas atrás todo lo que conoces para andar un camino lleno de nuevas baldosas.

Pero decidí hace tiempo que mi camino lo andaría yo y solo yo.

Y hoy sigo tomando mis propias decisiones, grandes y pequeñas.

Y hace mucho tiempo que no era tan feliz.

lunes, 11 de agosto de 2014

Y me sorprendí silbando



Me gustaría escribir más a menudo, y aunque hoy podría ser un buen día lo cierto es que estoy agotado.


Me gustaría deciros hoy mil cosas que me han ido pasando estos meses, pero hoy no, otro día, os lo prometo.


Pero quiero hacer un pequeño esfuerzo para comentar algo curioso que me pasó en el trabajo hoy, mientras estaba fregando el suelo al final de mi turno en el parque de atracciones.


“Al partir un beso y una flor, un te quiero, una caricia y un adiós,
es ligero equipaje para tan largo viaje“


Me sorprendí silbando y cantando.


Y algunos os preguntaréis “Javi, capullo, ¿qué haces cantando una canción de Nino Bravo?”


Bueno, es largo de contar pero lo resumiré: mi tío toca la guitarra (en sus tiempos mozos era guitarrista) y siempre que teníamos alguna reunión familiar pues era una de las muchas canciones que cantábamos (dato curioso, nunca me la aprendí entera xD).


Se echa de menos a la familia, la verdad.


En fin, os dejo la canción y si alguien se da por aludido o aludida quizás acierta ;D



Un besazo.

PD: bueno, y encima gilipollas de mí, cuando llego a casa me pongo a ver vídeos de uno de esos momentos que grabé en vídeo hace unos años…

jueves, 24 de julio de 2014

Scars - Papa Roach

Hoy, escuchando esta cancioncilla me he acordado de cierta loca. "Go fix yourself" :)

"Scars"


I tear my heart open, I sew myself shut
My weakness is that I care too much
And my scars remind me that the past is real
I tear my heart open just to feel

Drunk and I'm feeling down
And I just wanna be alone
I'm pissed cause you came around
Why don't you just go home
Cause you channel all your pain
And I can't help you fix yourself
You're making me insane
All I can say is

[Chorus:]
I tear my heart open, I sew myself shut
My weakness is that I care too much
And our scars remind us that the past is real
I tear my heart open just to feel

I tried to help you once
Against my own advice
I saw you going down
But you never realized
That you're drowning in the water
So I offered you my hand
Compassions in my nature
Tonight is our last stand

[Chorus]

I'm drunk and I'm feeling down
And I just wanna be alone
You shouldn't ever come around
Why don't you just go home?
Cause you're drowning in the water
And I tried to grab your hand
And I left my heart open
But you didn't understand
But you didn't understand
Go fix yourself

I can't help you fix yourself
But at least I can say I tried
I'm sorry but I gotta move on with my own life
I can't help you fix yourself
But at least I can say I tried
I'm sorry but I gotta move on with my own life

[Chorus x2]

PD: A veces es un asco sentirse tan identificado con algunas canciones xD

viernes, 4 de julio de 2014

Marco Aurelio

– The emperor writes: How should you be?


You should be like a rocky promontory against which the restless surf continuously pounds. It stands fast while the churning sea is lulled to sleep at its feet.

I hear you say – "How unlucky that this should happen to me''. But not at all. Perhaps say instead how lucky I am that I am not broken by what has happened, and I am not afraid of what is about to happen. For the same blow might have stricken any one, but not many who would have absorbed it without capitulation and complaint.

Cosas que escucho en la serie de "Black Sails" (traducción libre seguramente)

miércoles, 18 de junio de 2014

Shatter Me



[Verse 1: Lzzy Hale]
I pirouette in the dark
I see the stars through a mirror
Tired mechanical heart
Beats til the song disappears

[Chorus]
Somebody shine a light
I'm frozen by the fear in me
Somebody make me feel alive
And shatter me
So cut me from the line
Dizzy, spinning endlessly
Somebody make me feel alive
And shatter me!

[Violin Drop]
Shatter me!
Somebody make me feel alive
And shatter me!

[Verse 2]
If only the clockworks could speak
I wouldn't be so alone
We burn every magnet and spring
And spiral into the unknown

[Chorus]

[Violin Drop]

[Bridge]
If I break the glass, then I'll have to fly
There's no one to catch me if I take a dive
I'm scared of changing, the days stay the same
The world is spinning but only in gray
If I break the glass, then I'll have to fly
There's nobody to catch me if I take a dive
I'm scared of changing, the days stay the same
The world is spinning but only in gray...
(Only..)

[Chorus]

[Violin Drop]
Me...!
Shatter me!
Somebody make me feel alive
And shatter me!

domingo, 15 de junio de 2014

Una historia hecha pedazos - Galopando hasta el fin del mundo


La noche cerrada de aquel bosque invitaba a imaginar escenarios bucólicos en los que los jóvenes animales nocturnos jugueteasen junto a aquella senda iluminada por la bóveda estrellada bajo la atenta sonrisa de Selene, la Diosa de la Luna, llamada “la diosa sonrisas” por los hombres del Norte pues, al igual que las bellas mujeres que poblaban sus tierras, su humor era tan cambiante como las mareas.

Y en efecto, una pareja de pequeños y grises lobeznos jugaban junto a aquél sendero bajo la atenta mirada de su Hermano Mayor, un enorme cánido oscuro como el azabache que disfrutaba de la visión de aquellos pequeños, de la fresca brisa y de aquel momento de paz. Un gran búho se posó en una rama cercana y comenzó a ulular, acompañando a los muchos sonidos de la noche con su acompasada voz.

Hermano Mayor captó un sonido distinto, ajeno al bosque, que le hizo acercarse a los pequeños con gesto protector. Ellos también sintieron que algo nuevo se acercaba y ante aquel temor se arrimaron bajo las patas del gran lobo adulto. Hermano Mayor había vivido durante toda su vida en aquella arboleda y aquel sonido, junto al olor que le acompañaba, no le resultaron desconocidos. El cabalgar de aquel animal cada vez se acercaba más, atemorizando a las crías.

Entonces fue cuando el gran jinete, montado en un gran shire castaño pasó junto a ellos a gran velocidad.

Pero Hermano Mayor sintió algo en el aire que aquel hombre arrastraba.

Era el agrio olor a Muerte.

Aquella gran y espléndida montura iba cargada con una pesada barda de batalla, al igual que su jinete iba embutido en su armadura de campaña y recubierto de varias pieles. Aquel hombre espoleaba a su caballo con dureza a pesar de que ya daba el máximo de sus fuerzas.

- “Vamos Hades… No me falles ahora” - Susurró el vikingo al notar el agotamiento de su fiel compañero.

¿Cuánto tiempo llevaba cabalgando? ¿Cuánto le quedaba para llegar hasta ese maldito doctor? El frío viento le cortaba el rostro barbudo por donde se filtraba el aire en su yelmo y su montura estaba al límite de sus fuerzas, pero no había tiempo para el descanso. Cada aliento, cada paso, cada segundo que pasaba lo acercaba más a su meta, y aunque lo negaría si se lo preguntases, se descubrió a si mismo suplicando a los dioses.


- “Solo un aliento más” - Pidió - “Un momento más, no dejéis esta cabalgadura en vano”.

Un sonido a su espalda lo sacó de su ensoñación. Al girarse vio a dos jinetes que se le acercaban en la oscuridad.

- “Mierda Nairam…”.

Eran jinetes ligeros de la compañía de Malerik, armados con espadas cortas y ballestas. Sus casquetes de cuero ocultaban sus rostros pero el vikingo sabía muy bien que iban tras él.

- “¡Kodran! ¡Rindete!” - Le gritaron.

Kodran volvió la vista al frente y se concentró en el ritmo de su estimado Hades a la par que cruzaba a galope aquel maldito bosque en aquella maldita noche. Escuchó un virote pasar cerca de él pero lo ignoró, debía llevar aquella carga hasta su meta, nada era más valioso que aquello, siquiera su vida. Y aquellos soldados querían arrebatarsela.

- “¿Qué habéis hecho con Nairam?” - Les preguntó a gritos.

- “¿Tu amiga? ¡A estas alturas estará muerta!”

El cabalgar de sus enemigos se aproximaba lenta pero inexorablemente. Aquellos caballos pintos estaban preparados para correr grandes distancias en poco tiempo, al contrario que su shire, un caballo para presentar batalla. Pero Kodran sabía que no podía simplemente girarse y batirlos en combate, se le acababa el tiempo.

Le pareció escuchar que uno de los jinetes se le acercaba por la izquierda y otro por la derecha. Planeaban rodearlo.

Kodran exhaló aire y se dejó guiar por el instinto.

El jinete de su izquierda desenfundó una espada corta e intentó apuñalarlo con la diestra, a lo que Kodran respondió agarrando férreamente aquella hoja con el guantelete derecho al tiempo que atrapaba con el brazo izquierdo el antebrazo armado de su enemigo, apresándolo con firmeza.

El jinete de su derecha intentó echar mano de la carga que Kodran protegía sobre sus rodillas, aunque este lo espantó con la hoja que aún se debatía entre las manos del vikingo y de su compañero. Separó un poco a su montura y se decidió por un enfoque más simple, desenvainando su propia espada.

Los instintos de Kodran, largamente afilados en las gélidas montañas del norte y en los helados páramos y templados tras cientos de batallas tomaron el control, haciendo girar unos pocos grados a su Hades hacia la izquierda, acercándose al lindero del bosque pero sin soltar la presa de su enemigo. El sable de su enemigo a la derecha, que no contó con aquel movimiento, sólo le arañó el rostro con su filo, pero apenas lo notó. El enemigo al que tenía preso intentó zafarse cuando se dió cuenta de los planes del gran vikingo, pero fue inútil. Su caballo se estrelló contra un enorme roble y su brazo se quebró como una ramita. Kodran volvió a girar a su montura y cargó contra el enemigo que le quedaba, apuñalándole con la espada que aún sostenía por su hoja en el costado. Remató a aquella escoria con un duro puñetazo en el rostro solo para continuar cabalgando y dejar atrás a aquellos insectos.

Alzó la mirada agradecido a Selene, con su rostro dividido entre la negrura y la luz plateada. Pero aquella pequeña victoria a poco le supo.

Un crepitar de una campana se escuchó en la lejanía de algún pueblo lejano y le sonó a un llanto fúnebre. Una oscura sensación aterradora se apoderó de su corazón y apretó los dientes con dureza. Apartó la mirada por un segundo de su camino para comprobar que la carga que transportaba seguía allí, inerte y ensangrentado.

- “Ya llegamos Garviel, aguanta” - Susurró - “Joder… ¿Por qué tuviste que fiarte…?”.