sábado, 16 de noviembre de 2013

Vuela

Vuela, recuérdalo siempre. No por los demás, sino por ti mismo. Porque de las espirales a las que caemos solo hay dos formas de salir:

O escalando.
O volando.

It´s your choice.

Hace tiempo, cuando volaba sobre las cabezas de la gente, me preguntaba por qué ellos les cogían tanto apego al suelo, a revolcarse en el barro y a condenarse a sí mismos a no usar sus alas. Se ve que nadie aprende en cabeza ajena ¿eh?

Pero aún así tu lugar está en el cielo, los Dioses decidieron darte alas para usarlas, no para dejar que se te atrofien. Y si necesitas ayuda de otro alado, no temas en pedirla, pero no tires de él hacia abajo, porque correrás dos riesgos: O lo meterás en el lodo, o te abandonará.

Y un consejo:

En el suelo encontrarás a muchos condenados que perdieron sus alas hace mucho. Hablan de volar con ilusión en sus ojos pero no se atreven a elevarse sobre los demás, y esa ilusión en sus ojos puede confundirte y hacerte creer que quieres estar con ellos.

Por eso recuerda:

Vuela.


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