lunes, 16 de diciembre de 2013

El "Síndrome de los Veintitantos"

Llevo una temporada en la que no escribo casi nada (salvo unas cuantas hojas que escribí en Zahara en la última escapada, pequeños momentos de gran valor :D ) y la verdad es que aunque tengo mil ideas en esta cabeza dura que tengo, me cuesta horrores hacer algo tan simple como escribirlas.

Hoy, pensando en mis idioteces y mirando Facebook encontré una cosita que ya había leído hace un tiempo y me ha apetecido compartirlo con vosotros, posiblemente porque vosotros andaréis igual que yo.



Síndrome de los "Veintitantos"

Le llaman la “crisis del primer cuarto de vida”.

Te empiezas a dar cuenta que tu círculo de amigos es más pequeño que hace unos años atrás.

Te das cuenta de que cada vez es más difícil ver a tus amigos y coordinar horarios por diferentes cuestiones: trabajo, estudios, etc…

Y cada vez disfrutas más de esa cervecita que sirve como excusa para conversar un rato.

Las multitudes ya no son “tan divertidas”… incluso a veces te incomodan.

Y extrañas la comodidad del colegio, de los grupos, de socializar con la misma
gente de forma constante.
Pero te empiezas a dar cuenta que mientras algunos son verdaderos amigos otros no eran tan especiales después de todo. Entendiste que la amistad después de todo no se basa en el tiempo, sino en la calidad de la personas que tienes a tu lado.

Te empiezas a dar cuenta de que algunas personas son egoístas y que, a lo mejor, esos amigos que creías cercanos o que los conservas desde hace mucho tiempo, no son exactamente las mejores personas que has conocido y que hay más gente que te rodea, a quienes le debes poner mayor atención y verás quienes resultan ser amigos de los más importantes para ti.

Ríes con más ganas, pero lloras con menos lágrimas, y con más dolor.

Entendiste que el tiempo no sana las heridas, sino que alarga las agonías.


Aprendiste que las peleas son distintas a las discusiones y que las discusiones surgen en base al cariño y engrandecen las relaciones.

Entendiste que los tiempos no existen y que las decisiones hay que tomarlas alguna vez en la vida.

Aprendiste que alguien más que tú puede tener la razón, y que con los sentimientos ajenos no se juega.

Aprendiste que las parejas van y vienen, y que hay gente que queda y que siempre estará.

Aprendiste a escuchar y a valorar los pequeños detalles del resto, que marcan la diferencia entre las multitudes.

Aprendiste que la calidez de palabras, los oídos atentos, las palabras sinceras y una incondicional lealtad, no te la da nadie más que un verdadero amigo.

Aprendiste que la confianza es algo que se siembra, se riega, se cultiva y se cosecha, que hay que ganársela y saber mantenerla. Que es para una persona especial, que no es para todos, y que lamentablemente no se regala y cuando se pierde es imposible recuperarla.


Te rompen el corazón y te preguntas cómo esa persona que significaba tanto te pudo hacer tanto mal.

O quizás te acuestes por las noches y te preguntes por qué no puedes conocer a una persona lo suficientemente interesante como para querer conocerla mejor.
Los ligues y las citas de una noche te empiezan a parecer baratos, y emborracharte y actuar como un idiota empieza a parecerte verdaderamente estúpido.

Salir tres veces por fin de semana resulta agotador y significa mucho dinero para tu pequeña cartera.

Tratas día a día de empezar a entenderte a ti mismo, sobre lo que quieres y lo que no.
Tus opiniones se vuelven más fuertes.

Ves lo que los demás están haciendo y te encuentras a ti mismo juzgando un poco más de lo usual porque de repente tienes ciertos lazos en tu vida y adicionas cosas a tu lista de lo que es aceptable y de lo que no lo es.

A veces te sientes genial e invencible, y otras… con miedo, solo y confundido.

De repente tratas de aferrarte al pasado, pero te das cuenta de que el pasado cada vez se aleja más y que no hay otra opción que seguir avanzando y de saber conservar bien el presente porque será tu única compañía en el futuro.

Keep Walking

Lo que puede que no te des cuenta es que todos los que estamos leyendo esto nos identificamos con ello.

Todos nosotros tenemos “veintitantos” y nos gustaría volver a los 15 -16 algunas veces, pero sabemos que hay gente que ha aparecido en nuestro camino durante estos últimos años que son únicos.

Parece ser un lugar inestable, un camino en tránsito, un desbarajuste en la cabeza… pero TODOS dicen que es la mejor época de nuestras vidas y no tenemos que desaprovecharla por culpa de nuestros miedos…

Dicen que estos tiempos son los cimientos de nuestro futuro, que las amistades universitarias son las verdaderas y que estamos entrando a la realidad de nuestras vidas.

Parece que fue ayer que teníamos 16… ¿¡Entonces mañana tendremos 30!? ¿¿¿¡¡¡Así de rápido!!!???

Hagamos valer nuestro tiempo…que no se nos pase!

No tengas miedo a zozobrar


“La vida no se mide por las veces que respiras, sino por aquellos momentos que te dejan sin aliento”…


domingo, 1 de diciembre de 2013

Plata líquida (segunda parte)

- Maldito estafador - Musitó para sí misma contra el taxista mientras subía los escalones.


Empujó las puertas del museo justo cuando el gran reloj del vestíbulo marcaba las 3 de la tarde. El sentir en su piel el frescor del aire acondicionado fue realmente acogedor si lo comparaba con el ardiente taxi y el calor veraniego que empezaba hacer. Aún no entendía cómo en una ciudad tan al norte podía hacer tanto calor. Esquivó con gracia a un grupo de estudiantes de secundaria que justo salía del edificio y con una sonrisa saludó a Óscar, uno de los guardias de seguridad.

Pero ese día ni el calor ni la muchedumbre era capaz de hacer que sus pensamientos dejaran de darle vueltas al grupo al que había empezado a entrenar. No eran un mal grupo de estudiantes pero ¿serían capaz de cazar?. Mientras cruzaba el amplio pasillo se cuestionó si aquello estaba bien pero aquel pensamiento murió cuando empezaba a bajar las escaleras. Se encontró la puerta de seguridad a pocos metros y mientras enseñaba su identificación al guarda el pragmatismo la envolvió como si de un manto se tratase. Era un precio, solo un precio, y los precios había que pagarlos. “Es lo justo”, pensó mientras atravesaba el portón con un letrero que rezaba “Solo personal autorizado”.


Caminó por los pasillos saludando a algún que otro compañero hasta llegar a su lugar de trabajo: “Restauración”. Entró en aquel almacén y lo encontró desierto, solo viejas estatuas y grandes bodegones le dieron la bienvenida. Llevaba apenas un mes trabajando en el museo y ya se estaba labrado una reputación como una de las mejores restauradoras de piezas antiguas de la ciudad, incluso del país. “Necesitas un trabajo honrado” siempre le había dicho Merlín. No podía vivir siempre de convertir pequeñas piezas de artesanía en oro y simplemente venderlos en cualquier casa de empeño, y menos en su actual situación.

La Sala de Restauración estaba vacía, como a ella le gustaba. Una de las primeras exigencias que trajo consigo fue que estuviese siempre sola mientras hacía su trabajo. Al principio el director del museo se lo tomó a broma pero al ver los resultados de su trabajo no pudo negarse. Utilizaba Magia, como siempre en su vida diaria, para conseguir los mejores resultados posibles, pero aquello era un secreto que los durmientes, los humanos normales, no podían descubrir. Nada más entrar puso a funcionar su Arte y el tocadiscos se encendió solo haciendo sonar el Nocturno en Re Bemol mayor de Chopin. Aquella música le relajaba y tenía la virtud de conseguir que ejercer su Magia fuese más fácil.

Encontró un gran cuadro sobre la mesa que sería su próximo trabajo, pero de una forma que no pudo explicar la intranquilizó. Era una representación de una batalla donde miles de soldados se aguijoneaban entre ellos. La escena estaba centrada en un grupo de mujeres que intentaban proteger con sus cuerpos a unos bebes en gesto suplicante, solo querían proteger a sus pequeños pero los soldados parecían ignorar sus lamentos y les hacían gestos hostiles. Había una mujer, más joven que todas las demás y casi la única que estaba en pie pero no suplicaba. Sus manos estaban alzadas a ambos lados y parecía hacer frente a los usurpadores sin miedo, como si sus armas no pudiesen herirla. Sentimientos enfrentados hicieron entonces mella en su manto pragmático, emociones que hace mucho había querido enterrar sin mucho éxito y que ahora ganaban la batalla, haciendo arder sus ojos.


- No le odio... - Susurró al cuadro - Es solo que...

El toc toc de la puerta la sacó de su ensoñación y rápidamente detuvo toda actividad mágica. La puerta se abrió y una muchacha pelirroja con una bolsa naranja entró.

- ¡Hola! ¿Qué tal va la cosa? - Preguntó con una amplia sonrisa.

- Creí haber dicho que no quería que nadie me molestase mientras trabajaba - Dijo la maga, reprochándose a sí misma haber olvidado echar el cerrojo.

- Ya, pero te ví por el pasillo y tenías cara rara - Decía mientras se acercaba - ¿Has almorzado?

- ¿Almorzado? - La simpatía que demostraba la catalogadora del museo a veces la azoraba, desde que había llegado había mostrado mucho interés en la maga, tanto que en su momento le tuvo que hacer un escaneo mágico en busca de trazas místicas, pero para su tranquilidad nunca encontró nada.

- Tienes cara de hambre ¿Comida china? - Le dijo al tiempo que le enseñaba la bolsa que llevaba - No creo que a Christopher le importe que pares cinco minutos.

Ciertamente, estaba muerta de hambre, por lo que aceptó agradecida. Se fueron a una mesa que estaba más despejada y almorzaron juntas mientras hablaban de cosas insustanciales, lo cual ella agradeció en silencio. Cualquier cosa para alejarse de sus preocupaciones.

- Veo que estás trabajando con “La intervención de las sabinas” - Dijo la pelirroja.

- Sí bueno, ignoraba que se llamase así - Le respondió algo avergonzada. El arte no era su fuerte.

- Nos lo ha “prestado” el Louvre para que le hagas una de tus fantásticas reparaciones. Lo cierto es que está hecho un asco - Comentó con algo de desagrado - Estos franceses...

- ¿Quiénes son? - Quiso saber la morena de pelo lacio.


- Forma parte de la mitología romana - Empezó a contar tras un largo trago de su refresco - Según la leyenda, en los tiempos de la fundación de Roma había muy pocas mujeres. Para ponerle solución a dicho problema Rómulo invitó a todos los pueblos de la zona a unos juegos deportivos en honor de Neptuno. El pueblo de Sabinia fueron con sus mujeres e hijos. Cuando comenzó el espectáculo los romanos secuestraron a todas las mujeres y echaron a los varones.

“Los romanos convencieron a aquellas mujeres que solo querían desposarse con ellas y que deberían sentirse orgullosas y honradas por ello, pues iban a formar parte del pueblo elegido por los dioses. Ellas impusieron una única cosa: Que de todos los deberes domésticos solo se ocuparían de telar, y que serían las gobernantas de su hogar.”

“Años más tarde, los sabinos aún recordaban la traición y el rapto de sus mujeres, por lo que se levantaron en armas contra los romanos y los acorralaron en el Capitolio. Cuando se iban a enfrentar en lo que sería la batalla final las sabinas se interpusieron entre ambos ejércitos para detener la lucha.”

- ¿Y eso por qué? - Preguntó la maga, hechizada por las palabras de la experta en Historia.

- Porque si ganaban los romanos perderían a sus padres y hermanos - Hizo una pausa - Pero si los sabinos se alzaban victoriosos perderían a sus hijos y sus maridos a los que habían aprendido a amar.

Se habían levantado mientras hablaban para admirar la pintura. La historia que acompañaba a aquella obra de Jacques-Louis David era hermosa aunque extraña. Con su tinte trágico y romántico. Aquello hizo recordar a la maga otros tiempos en los que era más joven, más idealista, más romántica. Su mente se perdió durante unos momentos en los años más felices de su vida junto al único hombre que había amado. Un hombre único, un hombre de honor, un hombre simple, un hombre que nunca le pidió nada. Un hombre al que ella había abandonado.

- ¿Samantha? - Preguntó preocupada la pelirroja - ¿Estás bien?

- Sí Sarah-Ann - Le respondió ella - Me ha venido a la cabeza mi difunto abuelo, que le encantaba la historia, le habrías fascinado - Mintió mientras se secaba las lágrimas.


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Pido disculpas por este capitulo tan barato, pero la verdad es que tenía que subirlo. 

Próximamente, más historias de la ciudad de Ibris :) Que sé que la tengo algo abandonada.

lunes, 25 de noviembre de 2013

Brisa


Esta fresca noche de invierno en la que a veces la temperatura de nuestros cuerpos fluctúa entre el gélido del exterior y la calidez de la alcoba quisiera dedicarle la entrada a vosotros, a los que tenéis la oportunidad de compartir tanto el frescor como el calor con otros corazones.


Porque sé lo bonito que es saber que con una mirada, él se acercará a ti para estrecharte entre sus brazos. Porque sé lo importante que es que solo con un simple gesto ella sepa que lo único que deseas en ese momento es el contacto con su piel. Porque sé lo duro que es a veces la distancia y lo dulce que es siempre compartir las sábanas. Porque como dice la canción “My head’s underwater but I’m breathing fine”.


Siempre habrá mil cosas que quiera deciros, aunque nunca sabré cómo combinar esas tontas 26 letras en algo que no suene a una estupidez. Por eso si algún día mientras os dais mimos me encontráis mirando con una sonrisa, quedaos con eso, porque es mi única forma de deciros que os quiero, que me gusta que os queráis, mas cuando os veo juntos y arropados no puedo sino pensar que para ciertas cosas no hay que rendirse.


Entonces os digo con solo una palabra: “Amaos”. Porque hacéis el mundo más bonito.



PD: Y alguno se preguntará “¿A cuenta de qué viene esta mariconada?”. Pse, viene a cuenta que hace poco escuché eso de “No me gusta tener parejas delante dándose mimos si estoy soltero”, y me parece una gilipollez como un piano :)

sábado, 16 de noviembre de 2013

Vuela

Vuela, recuérdalo siempre. No por los demás, sino por ti mismo. Porque de las espirales a las que caemos solo hay dos formas de salir:

O escalando.
O volando.

It´s your choice.

Hace tiempo, cuando volaba sobre las cabezas de la gente, me preguntaba por qué ellos les cogían tanto apego al suelo, a revolcarse en el barro y a condenarse a sí mismos a no usar sus alas. Se ve que nadie aprende en cabeza ajena ¿eh?

Pero aún así tu lugar está en el cielo, los Dioses decidieron darte alas para usarlas, no para dejar que se te atrofien. Y si necesitas ayuda de otro alado, no temas en pedirla, pero no tires de él hacia abajo, porque correrás dos riesgos: O lo meterás en el lodo, o te abandonará.

Y un consejo:

En el suelo encontrarás a muchos condenados que perdieron sus alas hace mucho. Hablan de volar con ilusión en sus ojos pero no se atreven a elevarse sobre los demás, y esa ilusión en sus ojos puede confundirte y hacerte creer que quieres estar con ellos.

Por eso recuerda:

Vuela.


domingo, 27 de octubre de 2013

Ahuecando Palabras

Durante algún tiempo he tenido unas pocas palabras dentro de mí que aún no había sacado, palabras que dejaron de tener sentido hace mucho pero que por motivos que ni yo comprendo olvidé ahuecar.

¡Ay! /no es para tanto/

Es curioso que se me ocurriese empaparme de otras palabras e insensibilizarme gracias a ellas, pero no utilizar las que ya llevaba dentro de mí.

¡Auch! /no duele/

Lo que me sorprende es… ¿Por qué estoy sonriendo? ¿Lo sabes tú?




"Everything"



Find me here, 
And speak to me.
 
I want to feel you,
 
I need to hear you.
 
You are the light,
 
That's leading me,
 
To the place,
 
Where I find peace again.
 

You are the strength,
 
That keeps me walking.
 
You are the hope,
 
That keeps me trusting.
 
You are the light,
To my soul.
You are my purpose,
 
You're everything.
 

How can I stand here with you,
 
And not be moved by you?
 
Would you tell me,
 
How could it be,
 
Any better than this?
 

You calm the storms,
 
And you give me rest.
 
You hold me in your hands,
 
You won't let me fall.
 
You steal my heart,
 
And you take my breath away.
 
Would you take me in,
 
Take me deeper now.
 

And how can I stand here with you,
 
And not be moved by you?
 
Would you tell me,
 
How could it be,
 
Any better than this?
 

And how can I stand here with you,
 
And not be moved by you?
 
Would you tell me,
 
How could it be,
 
Any better than this?
 

Cause you're all I want,
 
You're all I need,
 
You're everything, everything.
 

You're all I want,
 
You're all I need,
 
You're everything, everything.
 

You're all I want,
 
You're all I need,
 
You're everything, everything.
 

You're all I want,
 
You're all I need,
 
You're everything, everything.
 

And how can I stand here with you,
 
And not be moved by you?
 
Would you tell me,
 
How could it be,
 
Any better than this?
 

And how can I stand here with you,
 
And not be moved by you?
 
Would you tell me,
 
How could it be,
 
Any better, any better than this?
 

And how can I stand here with you,
 
And not be moved by you
 
Would you tell me,
 
How could it be,
 
Any better than this?
 

Would you tell me,
 
How could it be,
 

Any better than this...

jueves, 3 de octubre de 2013

Complejos a la Basura!!


Como siempre he dicho: "Con los complejos o te ríes de ellos o los trabajas"

Y como llevo un tiempo pensando en ello ¿Y por qué no hacer ambas cosas?

PD: Pr, te odio... con cariño xD