Cada
paso en ese agujero quemaba mis pies. Mis botas hace tiempo que se habían
desgastado y mi piel rozaba contra la fría roca. Aquello era siniestro, mi
escudo apenas iluminaba el lugar y las sombras me plantaban cara como si no
quisiesen que avanzase. Ocultaban algo, lo sabía, algo que no querían que
viese.
Me adentré hasta que el agujero llegó a los cimientos de mi castillo.
Cimientos que puse hace años y que fijé con todas mis fuerzas para que perdurasen.
- “No mires” - me decían las sombras.
Una sombra se abalanzó sobre mí, intentando
quitarme el escudo. Se evaporó al tocarlo. ¿Sabéis qué es lo que se deshace al
contacto de la Verdad? Yo lo sabía, sabia de que estaban hechas esas sombras, y
sabia que no debían estar allí. Avancé hasta llegar a una gran caverna, las
sombras entonces cayeron sobre mí. Me golpearon por todas partes, me intentaron
derrumbar una vez más.
Una vez más...
¿Me habían derrumbado antes? Tenía una
sensación de deja vu. Las aparté con el escudo y la mayor parte de ellas se
retiraron, unas pocas me hicieron frente y se desintegraron en humo.
- “¡¡¡No
mires!!!” - Era lo único que decían con sus voces chillonas. Me acometieron otra
vez, y esta vez me hirieron, envenenando otra vez una herida que ya había
cicatrizado...
Otra vez esa sensación de deja vu...
Mi
vista se enturbió un poco y me los volví a quitar de encima. No, esta vez no,
esta vez iba armado con lo único a lo que no podían hacer frente, no me cegarían
de nuevo. Mi escudo brillo con más intensidad, y todas las sombras huyeron. Mi
brazo, donde me hirieron, empezó a hervir, y creedme, dolió, como cuando te
amputan un miembro gangrenoso, dolió como nunca me había dolido antes, porque
no era solo mi brazo. Mi pecho me dolía, como nunca me había dolido antes.
Solté el escudo aun brillante con miedo y caí de espaldas, pero eso no evito
que la luz siguiera haciendo su trabajo, el brazo dejo de dolerme, pero mi
pecho ardía como roca liquida, una herida que me habían hecho hace mucho y
había olvidado, una sombra que había ocultado la cicatriz y me había cerrado
los ojos para que no viese lo más obvio.
Solo pude gritar.
Y Creedme... solo hay un dolor que
supere a ese... y fue el que sentí después...
Esos pasos, aunque dolorosos eran necesarios para volver a caminar bajo la luz del sol. Ahora que los has dado todos... ¿No te alivia ver cuánto has recorrido y lo airoso que has salido de la situación? Seguirás creciendo y aprendiendo. Al igual que yo. ¿Lo mejor? Que lo haremos juntos, como ha sido siempre :)
ResponderEliminarUn besazo enorrrrrrme!
...
ResponderEliminarNo sabría que decirte, la verdad. Como le dije a Antonio en su momento "Son cosas que escribí hace tiempo, y ahora que las leo me parece que lo haya escrito otro".
No sé si he aprendido algo de ello, lo veo ya muy lejano creo. Pero si es cierto que, cuando me siento a leer y organizar los fragmentos que recuperé de aquello, siento lástima por ese pobre chico.
Anyway, y como también le dije a Antonio cuando me preguntó (El pobre se preocupó un montón cuando empezó a leerlos xD), no me afecta a nivel emocional. Le doy forma y lo subo porque me parece la mejor forma de rendirle tributo a ese muchacho que tanto caminó.