miércoles, 24 de abril de 2013

Step Fourteen


Hay quien se encuentra con fotos, yo me encontré con dibujos y cartas. Mis pasos me llevaron a ese lugar donde guardas las cosas más intimas, las cosas que más cerca te guardas en el corazón. Las ruinas seguían rodeándome y bajo una piedra encontré un “Te quiero” escrito. 

- “Destrúyelo” -  Dijo el Pozo con su voz característica.

 - “Guárdalo” - me dijo una voz más amiga.

Al girarme vi un árbol, me había esperado pacientemente en cada paso, vigilando que no me cayese y ayudándome a levantarme si lo hacía. 

-“Tú me dijiste que nuestros caminos nos unirían de nuevo” - le dije con reproche. 

-“Si” - Admitió. 

-“Pero no ha sido así”. 

-“Cierto”. 

-“Pero tu tenias esperanza, y me hiciste tenerla ¿¡Por qué!?” le dije enfadado. 

El árbol siseo unas palabras al viento, hasta que me respondió: 

-“Si, y lo siento, pero sabia menos de lo que tú sabes ahora, que es menos de lo que se yo ahora”. 

No me lo podía creer ¿Qué sabia un árbol de mi? ¿Qué podrías tu saber que yo no supiese ya? Sin palabras me dijiste “¿Recuerdas el agujero que dejaste cuando te desenterramos?”. 

- “Si” - Claro que lo recordaba, aún me dolían los huesos de aquello. 

-“Mira allí” - Era cierto, allí abajo estuve ciego sordo y mudo, no pude verlo todo caer, simplemente lo sentí. 

-“¿Qué ha allí?” - le cuestioné. 

-“Lo que yo sé, lo que aún no sabes, pero sospechas desde hace mucho”. 

Uno a uno, cada palabra que encontré allí, cada trazo de dibujo que vi, los guarde sobre una piedra, a la espera de qué hacer con ellos, pero a la vista de las estrellas cada noche, para que los vigilase, no quería que me asaltaran ninguna noche más.

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