lunes, 22 de abril de 2013

Step Six


Me duelen los huesos, demasiados golpes en poco tiempo, y hoy uno nuevo, de esos que duelen, de esos que duelen tanto que no sientes dolor sino ira, ganas de devolver el golpe, a quien sea, a lo que sea. Durante este sexto paso llego a un pozo que había enterrado bajo mi castillo, me siento sediento y me acerco tentado. 

Un extraño olor llega del fondo del pozo, un olor que, en cierto modo me hace recordar la última vez que bebí de él, porque no era la primera vez que veía este pozo. Me atreví a mirar, y vi unos ojos al fondo del estanque. Me miraban paciente, con esa paciencia arácnida que te da la seguridad de que vas a caer en sus redes. 

-“No” me dije, y volví a mirar al camino. 

-“¿Seguro?” Escuché en mi cabeza. La voz venia de mis espaldas, de un sendero que había dejado atrás. Y al mirar deslumbré parte del bosque… y me sentí engañado… y sentí sed de nuevo… 

- “Solo un trago, ¿Qué más da?” escuché. 

-“No puedo”. 

-“¿Por qué? Sabes que estarás mejor”. 

-“No pued…” - Empecé a sentir una pesadez

-“Sabes que si puedes, Sabes que si quieres”. 

-“No pu…”- Y cansancio.

Sabes que lo puedo solucionar”. 

No…” - Y dejadez...

“¿No recuerdas la ultima vez?”.

-“Si - Se me abrieron los ojos - lo recuerdo”. 

En mi reflejo veo lo que sucedió por aquel entonces. Gracias a ese pozo del que bebía todos los días todo me resultó más fácil, gracias a ese pozo dejé atrás mil penurias y superé mil retos. 

-“Así que recuerdas…”. 

Acerco mis labios, y veo entonces que, tras todo lo bueno que me dio, me quitó aun más. Deje atrás mil penurias, pero dejé atrás a un millón de amigos. Superé mil retos, solo para hacer daño a un millón de almas. Todo resultaba más fácil, pero tenía un precio que no podía permitirme volver a pagar… 

-“No” - Dije al final.

Y seguí mi camino armado con el poco valor que me quedaba.

No hay comentarios:

Publicar un comentario